martes, 10 de enero de 2012

La Gran Vía de Bilbao, un paseo de invierno II

ACERA DE LOS NÚMERO PARES, DEL 2 AL 38

Un día frio y soleado de enero puede fotografiarse el frío junto con la luz. Hay que salir a cosechar la luz. La Gran Vía de Bilbao, llamada de Don Diego López de Haro, que es el nombre de su fundador oficial, es decimonónica: nació y se trazó en el siglo XIX, pero no todo en ella es del siglo XIX. No lo son las bocas del metro, diseño de Norman Foster, como esta por la que salimos a las inmediaciones de la Plaza Circular.





La acera de la derecha, según vamos de la Plaza Circular a la Plaza Moyúa, es la de los números pares. En ella se encuentran el Banco Santander, el edificio del antiguo Banco Hispanoamericano
y el BBVA, antes Banco de Bilbao.
A finales del siglo XIX, cuando Bilbao saltó a la otra margen de la Ría, los bancos y oficinas comerciales se establecieron en este primer tramo de la GranVía. De momento, siguen ahí, y nada salvo un cataclismo parece que vaya a moverlos de su asiento.

















 



 
























Coincidiendo con la exposición de Antonio López que se muestra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao puede verse esta escultura del mismo autor en el cruce de la Gran Vía con Astarloa. Si el lector abre el vínculo A look at the Gran Via de don Diego Lopez de Haro, y busca allí la foto correspondiente a la misma cabeza infantil emplazada en la Gran Vía bilbaina, comprobará que el día de otoño en que se tomó aquella otra imagen la escultura aún no había adquirido esos dos puntos blancos que una mano anónima le ha regalado a modo de micropupilas.
















Y nuestro paseo termina en la plaza Elíptica.