miércoles, 26 de noviembre de 2014

El busto de Ramón de Basterra




No es un romano, es Ramón de Basterra.



el autor de Las ubres luminosas y otros libros de poesía, murió en 1928. Después de su muerte, se reunieron varios escritores y amigos suyos en el Ateneo bilbaino y al parecer fue José Félix de Lequerica el que propuso que en algún jardín de la villa se colocara un busto del poeta.
En 1934 Julián Zugazagoitia era teniente de alcalde del Ayuntamiento y llevó la idea a la práctica. 
En enero de 1935 se inauguró el busto, que es obra del escultor Quintín de Torre
Esto lo cuenta José Ramón Blanco en su biografía de Ramón de Basterra. Precisamente el libro comienza así: “Para muchos bilbainos, Ramón de Basterra es una estatua al aire libre en la entrada del parque de Doña Casilda y poco más”.
Esta estatua lleva toga de piedra y no chaqueta, en alusión a la Escuela Romana del Pirineo, de la que se que considera fundador a Basterra.
En el capítulo dedicado a la calle María Díaz de Haro del libro Alma y paisaje de Bilbao, de Damián Roda, publicado en 1954, lo primero que se nos dice es, precisamente, que el busto del poeta Ramón de Basterra contempla el inicio de esa calle desde una entrada del parque "vencida ya la prolongación de la Gran Vía y en el último de los accesos que desde esta conducen al parque de doña Casilda Iturrizar.”
Allí sigue.