martes, 12 de abril de 2011

Artículos


El reverendo Jones y la mariposa
Artículo publicado en el diario El Correo con el título
WESTERN
05.04.11

María Maizkurrena

El reverendo Terry Jones es una figura de western. Actúa en Florida en el siglo XXI, pero parece sacado del lejano Oeste de hace un siglo. Desgraciadamente, las películas del Oeste son al cine lo que la tragedia griega a la literatura clásica y, en consecuencia, las tonterías del señor Jones se han cobrado ya algunas víctimas mortales, que no ha producido él sólo, pues ha contado con la colaboración de otros fanáticos en el otro extremo del mundo. Estos últimos se supone que son de distinto signo, más aún, de signo opuesto. Pero al fin, fanáticos unos y otros, entre unos y otros han causado unos cuantos muertos.
En las películas del Oeste se producía un conflicto sobre la inestable frontera. No era infrecuente que uno de los bandos fuese el del fanatismo y su hermana menor, la intolerancia. En la frontera inestable, en la nación que se construía sobre la marcha, la ley de la fuerza sostenía una pugna con la fuerza de la ley. La ley de la fuerza llevaba las de ganar. Era un mundo salvaje. Pero entonces aparecía el héroe. Las películas del Oeste eran híbridos de tragedias griegas y novelas de caballerías. El héroe errante y el caballero andante eran la misma cosa. Por su parte, el siglo XXI es una gran frontera. Todos vivimos en la frontera. Un tipo llamado Jones y su acólito Wayne Sapp le prenden fuego a un ejemplar del Corán en una diminuta iglesia de Florida el día 20 de marzo y quince días después son asesinados siete trabajadores de Naciones Unidas en Mazar i Sharif, Afganistán. En otro tiempo hubiera sido imposible que los dos hechos tuvieran alguna relación, pero hoy es completamente real que el primer acontecimiento haya desencadenado el segundo, y el segundo, un tercero y un cuarto...
No nos sorprende. Estamos familiarizados con el aspecto más popular de la teoría del caos: una mariposa mueve sus alas en Brasil, en China, en Japón, en Marte y un mes más tarde se origina un huracán en Texas. Un ejemplar del Corán arde en Florida, y el huracán empieza en Afganistán. La pretenciosa escenificación del señor Jones pasó casi desapercibida. Casi. Los seres humanos han ido construyendo un sistema nervioso para el planeta que transmite bloques de información, pero esos bloques, al pasar de un área cultural a otra, cambian de significado. Una mariposa de fuego mueve sus alas en una pequeña iglesia de Florida y, lejos de allí, se desencadenan linchamientos absurdos como los de las películas del Oeste. El reverendo Jones, claro, es el antagonista, ese tipo que bajo el manto de la virtud esconde todo lo necesario para encender la violencia. Somos habitantes de la Gran Frontera y tenemos antihéroes y villanos de sobra. No sé si tenemos héroes o si no nos hacen falta, como cantaba Tina Turner allá por los ochenta.