domingo, 18 de diciembre de 2011

La Gran Via de Bilbao



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La Gran Via de Bilbao es decimonónica, o debería serlo, especialmente este tramo, el que está entre la Plaza Moyua y la Plaza Circular, antes Plaza de España. Porque esta fue la primera parte que se construyó y la única que existió durante un tiempo. Para los bilbainos de finales del siglo XIX, la Gran Vía llegaba sólo hasta lo que hoy es la plaza Moyúa, y la plaza Moyúa, o al menos sus alrededores, fue campo y solares vacíos hasta bien entrado el siglo XX.  Por eso la otra sección, la que va de Moyua a la Plaza del Sagrado Corazón, que es su punto final, se llamó La Prolongación y hasta sus edificios de aspecto más decimonónico son del siglo XX, de una época en que hacían furor las arquitecturas historicistas y eclécticas.

Como la mayoría de las ciudades del mundo, Bilbao ha crecido más en los últimos tres siglos que en toda su historia anterior. Al final del siglo XVIII Bilbao superó la crisis económica que afectaba a España mediante un activo comercio con Inglaterra y los Países Bajos,alimentado por la exportación de mineral de hierro. En el siglo XVIII la ciudad creció como nunca antes lo había hecho. Se planteó entonces de manera contundente el problema del espacio. Para crecer, Bilbao necesitaba el terreno de las anteiglesias vecinas, y estas se resistían a cederlo y a disolverse en la nueva urbe que se avecinaba.

Las Guerras Carlistas retrasaron la industrialización en Bizkaia, pero cuando ésta finalmente se desarrolló a finales del siglo XIX, el crecimiento de la ciudad fue tan grande que la necesidad de una expansión no pudo ser definitivamente estorbada. El Casco Viejo, entonces el centro de la villa, crecía en altura para compensar la falta de terreno y el hacinamiento de la población en algunas zonas era una de las lacras del rápido desarrollo minero-industrial. En estas condiciones nació el proyecto de Ensanche del arquitecto Severino de Achúcarro y los ingenieros Pablo de Alzola y Ernesto de Hoffmeyer, aprobado en1876. Hubo un proyecto anterior que fue rechazado por "utópico", el del ingeniero A. de Lázaro. Este data de 1862 y contemplaba el uso de 229 hectáreas. El Ensanche de Achúcarro, Alzola y Hoffmeyer sólo consideraba 158 hectáreas. Un intento inútil de ponerle puertas al campo.

El caso es que durante las últimas décadas del siglo XIX, el Ensanche bilbaino estuvo en construcción, en un estado de provisionalidad e inacabamiento. Los intereses de los propietarios iban enmendando mezquinamente en la práctica el proyecto. Por esa época, Alfredo de Echave y Juan Delmás, autores de unos “Cuadros de la vida bilbaina" se atrevieron a salir una tarde por la Gran Vía y tuvieron que ir sorteando charcos y obstáculos en la oscuridad, entre vallas de obras, barro y ráfagas de lluvia.

Achúcarro, Alzola y Hoffmeyer planearon un área residencial de casas familiares rodeadas de jardines y determinaron unas proporciones entre la altura de los edificios y la anchura de las calles. Según esto, las calles estrechas como Ledesma nunca habrían llegado a existir.La Gran Via de hoy es fruto de las acciones y las actividades reales que la modelaron: el comercio, los bancos, las oficinas financieras, la construcción de pisos de lujo para una burguesia alta o media. La oligarquía bilbaina en general pasó directamente de su zona tradicional de residencia en el Campo del Volantín a Neguri, en el municipio de Getxo.

Actualmente, el visitante puede encontrar en este sector de la Gran Vía los grandes almacenes de El Corte Inglés, los edificios emblemáticos de los bancos, la sala de la BBK donde se ofrecen un interesante programa de actividades culturales, el Palacio de la Diputación, comercios, restaurantes, pastelerías... No encontrará la maravillosa farmacia Art Decó que existió hasta hace bien poco en las inmediaciones de la plaza de España, en la acera de los pares. Ninguna ley defendió este pedazo de patrimonio local de una absurda modernización. 



Para ver las series de imágenes de los recorridos, haz clic sobre los vínculos en las fotografías:


Primer paseo: de la Plaza Moyua a la Plaza de España



Segundo paseo: de la Plaza Circular a la Plaza Moyua



Plaza Circular