lunes, 27 de diciembre de 2010

ALEX DE LA IGLESIA ES DE BILBAO

Este año, y especialmente este fin de año, se diría que Alex de la Iglesia está en todas partes. Está en la tele y en la radio y en los aeropuertos y en los diarios y en las revistas. No sólo es presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, un cargo que tiene que pesar mucho a juzgar por la longitud del nombre de la institución, sino que le toca promocionar su película Balada Triste de Trompeta. Por Navidad ha vuelto a Bilbao y a la portada del diario El Correo. Ya estuvo en las páginas de El Correo y en Bilbao cuando acudió al Gutun Zuria, el festival literario de la Alhóndiga, ese centro cultural superchachi que nos ha salido a los bilbainos ahí donde había un almacén de vinos abandonado. No sé si nos lo merecemos. Cuando Alex de la Iglesia pasó por allí en el mes de octubre, M.M. escribió lo siguiente (o algo parecido) en el diario El Correo :


Vuelve Álex de la Iglesia en su año triunfal, su año nada horrible. Vuelve a Bilbao. Con menos kilos de los que estorban y más kilos de los que cuentan, con un león de plata, un premio nacional de cinematografía, una balada triste de trompeta y alguna medalla o alguna herida ganadas en el programa de Boris Izaguirre. Yo me alegro de que Álex venga por aquí para recordarnos que se puede vivir lejos de Bilbao, que hay otros mundos además de Bilbao, y que, en esos mundos, un bilbaíno puede ser director de cine y, encima, tener éxito. Como nadie es profeta en su tierra, nada mejor que irse para que luego te reconozcan en ella cuando ya has aprendido a ser también de otras partes. Me alegra que nos visite Álex, cuya partida a Madrid y a los otros Bilbaos del planeta es también la marcha de todos los que nunca nos marchamos, y espero que Juan Bas le invite al festival de literaturas de humor del año que viene. Yo, por mi parte, debo decir que cada año celebro las fiestas de Bilbao releyendo uno o varios capítulos de 'Payasos en la lavadora', la novela que Álex dedicó a 'su' Bilbao, que es el de toda una generación (la suya, la mía). «Soy un poco payaso, y los payasos siempre dicen la verdad», dicen que dijo en San Sebastián el mes pasado. Esperamos verle más por aquí, ahora que Bilbao empieza a formar parte de esa triple capital cultural vasca que soñó Bernardo Atxaga, alias José Irazu, porque Bilbao ha visto crecer su tejido cultural en poco tiempo de una manera que nos hace sospechar que “mamá”, la araña gigante que nos dejó Louise Bourgeois junto al museo Guggenheim, por las noches, cuando la nadie la ve, hace un trabajo tremendo de tejedora. Por lo que a mi respecta, seguiré leyendo cada mes de agosto 'Payasos en la lavadora', la novela de humor que a veces (¿porqué será?) me da unas ganas terribles de llorar.

ENLACES

Entrevista en El Correo
Noticia en El Correo, sección de cultura: Alex de la Iglesia y la ley Sinde
Alex de la Iglesia en la última edición de Gutun Zuria
Premio nacional de cinematografía
En Venecia
Carlos Boyero habla sobre Alex en El País
Alex y los premios Goya
Alex y Carolina Bang